miércoles, 29 de agosto de 2007

Mein Kampf


¡Hola Adictos de este Blog! Este artículo es el primero dedicado a aquellas personas que ha marcado mi vida. No saben cuantos papelitos metí en la tómbola tom-tom-tómbola y deje girando con un cilindro lleno de ardillitas corriendo para que un canario amarillo que me chingue de Chapultepec sacara al fin a la persona elegida.

No quiero ademanes de inconformidad, expresare mis ideas tal cual y en el orden en que el pinche pájaro seleccione y no de manera cronológica como se acostumbra.

¡Iniciamos! (música de Twentieth Century Fox)

Trabajaba como profesor de Auto CAD y softwares afines frente a la facultad de administración de la UNAM, un edificio que poca gente conocía siendo viles fósiles cavernicolescos en CU.

Los cursos eran excelentemente pagados con un mes de diferencia al final del curso y en época de vacaciones escaseaba muchísimo los servicios como teacher, aun creo que mas en el período que me toco a mi. Me quede sin dar curso un mes y como tradicional mexicano, vivía al día con la lana que me pagaban.

Intente ser versátil consiguiendo algún curso en la escuela de computación mencionada en el artículo anterior de este Blog. Vivía solo cerca del rumbo y para no tener que lidiar con las nubes tétricas que mi cerebro creaba por tener poca chamba y tener un final desastroso en una historia de romance reciente, me di a la tarea de ir a mi templo sagrado.

Un Gym que esta en Av. Montevideo, cerca del metro Lindavista me daba refugio para predicar la única religión que puedo por ser una estaca enterrada en todos los deportes (un pinche estorbo pa’ pronto). El Levantar Acero y ver videos del Gran Arnold Swarchenegger en su opera prima Pumping Iron (se las recomiendo), me alentaba mucho. Esta ocasión no había pretexto como “Es que no tengo tiempo para hacer ejercicio”. El tiempo me sobraba y los días se me hacían eternos.

Se empezaron a juntar muchas cosas, la renta, la falta de chamba y lo peor es la falta de dinero (fucking el día en que se invento esta chingadera), y yo queriendo aparentar tenerlo con las pocas citas que me salían en aquel entonces.

Sin más preludios llego el fondo del cochinito. Recuerdo muy bien a la gente que le fui a pedir un poco de ayuda y adivinan bien sus respuestas. Trillado me escuchare diciendo: “Ahí es cuando conoces a tus verdaderos soldados”.

Muchos soldados de mi confianza prefirieron ser desertores que ayudar a la tierra que les dio apoyo y nacionalidad.

En plena guerra como comándate, analice los pocos refuerzos marines que quedaban en mi cuartel.

El primer soldado sale al rescate apoyándome con más cursos de computación y ofreciendo apoyo y oído a mis problemas del frente de batalla, mujer para acabarla de chingar.

El segundo soldado era su novio quien es la resurrección de algún miembro de la burguesía de la época medieval nacido como pobre esclavo en la época actual (no te ofendas wey, esto va a ser anónimo, ¡webos además!).

Dichos soldados, sabía mi ser que eran mis cuates, pero reafirme mi amistad con ellos al sentir más su apoyo en aquellos instantes de lucha. Me invitaban a cenar y seguido dormía en sus casas hasta altas horas de la noche jugando juegos para PC.

Mojado despertaba las veces que me daban albergue en su casa y no precisamente por sueños eróticos (sueños para chavos, yo deje de soñar eso desde el kinder). La razón de estos sueños… era un ser llamado Camila quien vagaba por las noches en los dos niveles de la casa bunker de mi cuate y bajaba la pinche PERRA a olfatearme y a lamer mi cara (eso no cuenta como zoofilia ignorantes).

La tercer soldado apareció de la trinchera como refuerzo celestial sin haber escrito cartas al presidente sobre refuerzos, menos viejas.

Dicho soldado mujer, me trajo las provisiones mas extrañas. Ya conocía el batallón del cual provenía, y aseguraba que no iba a arriesgar parte de su cuartel por mí.

“Mas pronto cae el que no tiene patas que el mudo que quiere hablar”, así dice el refrán ¿no?, me entienden pues.

Los víveres de este soldado venían con un jugoso néctar llamado cerveza. Las Cabos (amigas gitanas) de mi soldado eran expertas catadoras en este tipo de brebajes que no hacían caras ni gestos al tomar galones de dicho veneno. Al poco tiempo me enseñaron las tácticas de supervivencia necesarias para depender de una botella de este raro líquido la cual equivale a 1 bistec de carne por escaso $$.

La tercer soldado fue un buen refuerzo mientras la primera y el segundo practicaban tácticas de pelea cuerpo a cuerpo de manera secreta y clandestina, pero contaban con mi apoyo. Los tres soldados, me prestaron fondos para seguir con la guerrilla, me dieron víveres para seguir en pie con la tropa y compañía para seguir planeando estrategias de guerra contra mi enemigo en ese momento: El hostil destino que antes era mi amigo.

Paso un tiempo considerable en esta beligerancia antes de llegar a un común acuerdo con mi archienemigo y yo. Aproximadamente 12 meses (nadie asegura guerras fáciles).

En los últimos 4 meses de los 12 que se mencionan, entre a un curso de estratagemas del cual iba a salir egresado con un papiro y una medalla la cual me daba cierta inmunidad y preferencia si es que quería ingresar a algún otro batallón a lo largo de mi bélica vida en otro lugar del país.

Recibí apoyo incondicional de mis 2 soldados hembras y mi 1 soldado Gay… (wey digo), hasta el final del curso y recibí mi papiro junto con mi medalla las cuales lucen en la sala de la casa de mi Comandante Superior Inmediato a quien me manda a la guerra sin sentir lastima con un Sartenazo en la Tatema cuando las sabanas se me quedan pegadas, Mi Jefa.

En poco tiempo de una semana, me mandaron a una nueva operación en el Norte del País, Monterrey. Montañas, cerros, mujeres grandotas forradas con equipos inimaginablemente hermosos tanto en la defensiva como en su retaguardia y temperaturas de más de 40°C me querían derrumbar para no seguir, pero sin la pasada asistencia de mis tres soldados no pudiese haber llegado tan lejos.

Aun sigo presionado por mi enemigo Destino, con quien tengo firmado un tratado de común acuerdo el cual nos compromete a no hacer presión para adelantar las cosas, que tarde o temprano van a llegar.

Yo Comandante supremo “El Men”, me quito el sombrero y hago caravana a quienes me ayudaron a salir victorioso de estas hostilidades en mi vida.

Primer Soldado: Lucia Ramos
Segundo Soldado: Julio Cesar Andrade
Tercer Soldado: Roció Sánchez

Mis más sinceros agradecimientos a ellos y a sus Padres por el apoyo brindado.

Gracias

P.D. Lo siento Julio, pero la fama no debe de ser anonima.

martes, 28 de agosto de 2007

Una Ley quea todos molesta

¡Camarón, Ostión, Almeja y Abulon diríamos aquí en Acapulco para afirmar algo!, ¡Como están Brodis! Bueno, como cada semana este es el articulo que retumba desde mis entrañas y lo puedo expresar tal cual aquí en mi Blog.

¡No chillen de que esto esta largo heee!

Me gustaría hablar de una Ley en particular y como pista me refiero al personaje de la película de Robocop, o a el personaje de raza negroide de la película que habla con los animales (un poco de racismo por que a mi sobrinita Laura le molesta que haga eso y no es que yo sea así que quede claro).

Ok, Ok, no se pongan locos, me refiero a La Ley de Murphy (denominada también: Ley Fundamental de duvievier) la cual es un adagio
popular en la cultura occidental, que a grandes rasgos dice que «si algo tiene la posibilidad de salir mal, saldrá mal».

Ahí vamos pues…… este tipo de ley a todos le funciona diferente, pero el resultado siempre viene siendo el mismo el cual es puro y vil desastre.

En mi caso, La ley de Murphy me ataca cuando se con todo mi corazón que las cosas me van a salir bien fregonas y las planeo con tanto detalle que es imposible que salgan mal y así entonces me salen de la chingada.

Casi puedo escuchar sus mentes mendigos diciendo: ¿y donde esta lo gracioso o las mamadas clásicas del Men?, bueno, lo de arriba es solo preludio a lo que un capitulo de mi vida se refiere con lo citado.

Hace algunos años me encontraba dando clases de computación cerca de Avenida Politécnico, en donde me podía mover a mis anchas la verdad y perdón por las expresiones. Salía al cine con mis amistades, algunos miles y millones de alumnos de la cantera politécnica de Zacatenco habían sido mis alumnos y me gustaba que seguido me saludaban personas ya sea en el metro, en el autobús, o hasta a veces casi cerca de mi casa diciendo que habían sido mis alumnos. Si recordaba sus rostros pero no sus nombres (ustedes saben como cada día se padece mas el Halz Heimer).

Brincar, saltar, emborracharse cada viernes en las fiestas que se organizaban por motivos estupidos cerca de la Escuela Superior de Turismo, festejando el día del niño o el día de la Bandera o el día del Feng Shui, que se yo.

Cierto día, una de mis amigas ex compañeras de trabajo en la escuela de computación, me llamo para saludarme y ambos compartimos nuestras vidas en aquel punto de conversación. Ella me comento que estaba en un despacho de Ingenieros Civiles de firma americana y cierto cosquilleo llego a mis entrañas cuando me dijo: “Andan solicitando un Ingeniero bueno en AutoCAD”

Mi tripolaridad no tiene alcances y aquel día estaba con mi ego más alto que ningún otro día. En serio que vi una nube abriéndose en el cielo y me sentí iluminado por ese pequeño destello de sol que cayo a un lado mió al cual tuve que seguir para sentirme bendito por el destino como en las películas de Babe el Puerquito Valiente. “Yo soy el indicado” pensé, “si enseño AutoCAD, soy chingón en AutoCAD”.

Me entrevistaron y me quede en esa chamba gracias a mi amiga Verónica Barrera de la cual le he perdido la vista. Apenas abriéndome las puertas salidito y calientito como pan de la carrera de Ingeniería en este despacho tan famoso.

Mi primer semana me la pase como mascota de cualquier equipo nuevo de deportes: “Milton, acomoda estos planos”, “Mil, tráenos cafés”, “Milton, paga tu derecho de piso con unos tacos de canasta”. En fin, era el chico IBM nuevo de la compañía.

Para la primer semana paso todo normal, ya en la segunda llego lo mero bueno.

La segunda semana tuvimos la visita del Director General de la compañía en la sucursal de México, el fundador pues. Después de la junta de bienvenida y cada uno de nosotros portando sus mejores trajes y sus vestidos (los nuevos y los lambiscones), fuimos cordialmente invitados a la serie de conciertos que festejaban no se que madres en la sala Nezahualcoyotl ubicada en Ciudad Universitaria de la UNAM. El director general tenía ciertas afinidades con gente muy importante del ramo ingenieril y riquillos como por ejemplo los Salinas.

Sin mucho aire, mi mismo ego dijo: “Es mi oportunidad de brillar en sociedad como siempre lo soñé”, carajo, me sentía una cenicienta y tenia una semana para prepararme física y psicológicamente a mi y a mi calabaza.

El Wey de mi se preparo solo físicamente para mi desgracia.

En esa semana fui a cortarme el cabello, me hice los clásicos rayos de cacharpo de camionero, me fui a hacer un tratamiento en la cara, cremas, dieta y pendejada y media comprando un traje y unos zapatos me sentía armado para ser descubierto.

Los conciertos eran los sábados a las 8 de la noche. Sin problemas llegue temprano (muy raro en mi), y me presentaron a algunas celebridades a quienes les lucía la pareja con la que iba muy fufurufo.

Entramos y nos toco la zona de hasta abajo, la cual tenia un costo de mil pesotes para aquellos mortales que querían llegar y disfrutar, pero un inmortal como yo iba a asistir gratis.

Nos sentamos y recuerdo haber visto a el actor Cesar Costa y a uno de los hermanos Bichir en la zona en donde estábamos. Eso me dio más ánimos y la Ley de Murphy inicio sus crueles síntomas dentro de mi situación.

La pareja con la que iba (no pregunten admiradoras), que me tarde en conseguir para que el paquete quedara completo con alguna chavita medio guapa, me cuestiona: “!Que bonito se ve todo!, ¿cuantas veces has estado aquí?”, y dije “Un par”. El pinocho que llevo dentro degolló a su padre Gepeto con esa vil nariz y vulgar mentira.

Entraron todos los miembros de la orquesta, y solo conocía a los instrumentos que todos nos enseñan en la primaria y sin poder ocultar mi emoción empecé a dar mis opiniones Nacas adelantadas a mi pareja: “¡Mira todos los del grupo!, los violines, los violinzotes, ¿son como guitarrotas no?, el pianote, mira que guapas están las que tocan las flautas, mira el tambor, un triangulo, ¿para que lo usan?, ¿habrá triángulos eléctricos?, ¿donde esta el vocalista?, ¿y la batería, y el doble bombo?.

“¡Como se ve que me mientes!” exclamo la pareja que tanto lucia quien si sabia de cierto tipo de espectáculos. “Jeje” sonrojado y sintiéndome muy pendejo dije: “Solo estoy jugando” y una persona atrás de mi dice “SHHTT”, y mas pena ajena.

En eso entra el director de la orquesta, todos aplaudimos y las señoras ricas y conocedoras decían “¡VIVA, HURRA, BRAVO!” ok, ok me dije a mi mismo “con que así me debo de comportar”.

Una compañera de trabajo a un lado me pregunta “¿Tienes el programa?” y tratando de llevar un paso adelante adivine que ella quería saber que iba a escuchar.

Dije: “Se van a Echar las Cuatro estaciones”… Sintiendo un jalón en brazo opuesto mi pareja me corrige “Van a interpretar las Cuatro estaciones de Vivaldi”. Mi compañera nueva se rió y claramente vi en su sonrisa un “pinche ignorante”.

Queriendo aplacar mi pena dije un chiste igual de baboso que el que mi traje de tres piezas forraba: “Esque son las estaciones del metro”.

Mejor me calle y que se arrancan a rascar y sobar los instrumentos. En fin, mi inexperto conocimiento sobre esta música y en especial en esa rola melódica que escuchaban mis vírgenes oídos no sabía que hacían pausas pequeñas y largas entre estación y estación de la pieza musical.

Sintiendo que perdía la raya de mis escasas nachas por estar tanto tiempo sentado, tome el programa y vi las piezas a interpretar en la noche. Al final del párrafo, vi con unas chistosas letras cursivas cuatro numeritos separados en par por dos puntos. Supuse que era el tiempo que duraba la pieza musical y me sonroje el pensar que podía ser yo el primero en aplaudir de la sala, así daba a conocer que saber de buena tinta la pieza musical y reivindicar mis indiadas.

Haciendo cuentas mentales de minutos y segundos y sumando el cuadrado del primer termino mas el doble producto del primero por el segundo y no se que mas najayotadas hice en mi neófito cerebro, vi mi reloj y sume el tiempo que noté en el programa al del inicio del concierto.

Y me dije a mi mismo, “Mi mismo, en mas o menos 7 minutos te vas a parar a aplaudir”, Total que pasaron 10 minutos y la soba de instrumentos seguía.

El tiempo que yo tome en cuenta para determinar el final, era la hora del inicio del intermedio y no la duración de la de la pieza musical.

Apenas inicio un maldito silencio incluido en la pieza musical, me levante cual como si me hubieran picado con un alfiler aplaudiendo y diciendo “VIVA”.

“SSHTTTTT, CALLESE POR FAVOR (pinché tacuate)”, arremetió el látigo de la gente contra mí y no pude evitar que todos mis colegas y mi patrón vieran mi despliegue de vulgaridad ignara al mismo tiempo que se orinaban de la risa del nuevo. Recuerdo haber visto a mi parejita taparse la cara con una mano.

El intermedio llego, no podía pararme por la pinche vergüenza pasada y mi pareja salio con la jalada de: “Esto va a terminar muy tarde y me van a regañar”. Obviamente no quería seguir con el hijo de Nezahualpilli y preferí irme del lugar.

No me pude acabar el pastel de calabaza que me toco todo ese mes y ser una anécdota chistosa durante mi estancia en aquella empresa.

En fin, La Ley de Murphy ataca a todos de una manera diferentes. Sin embargo y gracias a mis influencias con el destino, también existe una ley ANTI MURPHYANA la cual dice según yo: «si en algo crees sentir la posibilidad de salir mal, saldrá bien».

Pero eso es harina de otro costal la cual dejaremos para después. Chiao Murphyanos

sábado, 18 de agosto de 2007

Anuncio Importante


Hola compas, ¿que me cuentan?

Hoy es sábado y ando en plena joda terminando unos archivos que me pidió el Patrón Hermoso (pinche lambisco), desde el lunes y todo por bolsas me estoy quedando a sufrir en plena fiesta acapulqueña. En fin, clásico mexicano de ¡todo a la mera hora! Bueno, puede ser que yo sea el único huevon de México así que no se apunten a la fama.

Después de haber expresado mi inconformidad, anuncio lo siguiente: en el blog va a haber un día en especial que para mí es Una Persona Celebre en mi vida, que me haya dejado algo importante a seguir en mi camino de vida. Muchas amistades mías saben que han hecho por mí, pero no les he dicho como cambio mi vida el granito de arena que me dejaron.

Se que alguien dirá: ¡Como es Narcisista este Cabron!, pero créanme que desde chico me enseñaron a ser agradecido con las personas que me ayudan y veo la oportunidad de serlo por medio de esto que sin ser famoso como los columnistas de periódicos chafas como el Metro.

No se apunten los que me deban lana o me haya dado una Chinga por alguna diferencia de cantina de nacos. Ni me hagan fiesta como las morras de la foto que apenas di el anuncio, se pusieron a hacer reverendas jaladas por salir en este Finisimo Blog.


Regreso los regalos demas de $500 que me enviaron tambien, lo siento pero no existen favoritismos.

Iniciamos la columna a la persona celebre la semana entrante, mientras déjenme terminar mis pendientes que mi cuello cuelga de una soga con un nudo a la marinena hecho por Tomas Peñaloza quien no sabiendo leer, sabe bien como hacer nudos y modificar nuestro español.

I see you tomorrow y ¡NO PUEDA SER!

miércoles, 15 de agosto de 2007

Homero


¡Que ondita camaradas! ¿Que me cuentan?, veo que nada por que no tengo ni un pinche comentario pero se que millones de personas ven este Blog.

Empezamos recordando a los Simpsons, y no voy a hacer propaganda de la película ni nada por el estilo, pero si me gustaría citar un capitulo que se familiariza mucho con otro que se refiere a mi vida personal.

Bueno basta de Kakayacas, en uno de los capítulos de esta caricatura, el gran Jefe de los Simpsons (refiriéndome a Homero y no a Marge), salva a la ciudad de Springfield de un cataclismo Nuclear oprimiendo un botón al azar de la canción De Tin Marin De Do Pin Güe, Cucara Macara Titere Fue, Yo No …. Bla, bla, bla… espero lo recuerden. En síntesis, dicho capitulo bautizo y corono como un “Homero” a la acción de que en cualquier ámbito ya sea laboral, social, etc. puede que aunque uno la zurre, la cague, la defeque, la riegue, deponga, la obre o expele o como lo quieran llamar, Sale Victorioso.

Y si, se imaginan bien, yo entre a mi trabajo actual que Gracias a Dios me va bien con un fabuloso “Homero”.

No quiero decir mucho ya que se la burla que me espera, pero recién finalizado mi examen profesional en 2005, uno de mis compañeros llamado Wilbert me llama y me dice: ¡Oye Wey!, mi patrón quiere unas pinches escaleras en AutoCAD y le urgen en tercera dimension.

Fui a la entrevista, me contrataron, hice el diseño de las mentadas escaleras y de las 4 escaleras de servicio, yo solamente diseñe una. Al momento de estar en el Glorioso Palacio de Hierro de Monterrey, montando las piezas fabricadas con mis reputadísimos diseños y pavoneandome como Guajolote en celo, escuche un grito lúgubre de la garganta de un soldador nacido en Cuajimalpa City: ¡¡ NO HACIERTAN NI POR CENTIMETROS SUS ALFARDAS MAI!!

“Me lleva el chostomo” pensé al tiempo que me temblaban las piernas como adolescente en pleno juego de botella y tragándome mi perro enojo por que me dijo MAI. ¡Chale! En un intento de creer que el Soldador estaba mal y mis trazos revisados al milímetro eran los correctos, subí en los andamios hechizos de chatarra y me apoye en la plataforma de madera podrida.

Cual fue la sorpresa por haber pedido los escalones de placa anti derrapante 15 centímetros más chicos que los de proyecto. No pude evitar calcular la cantidad de $$$ que había echado a la basura y mi rotundo fracaso y regreso al Distrito Federal con la cola entre las nachas.

Regaños al por mayor de mi patrón el día de la visita de Obra, me exigía que midiera hasta la micra necesaria para probar que había contratado a un Ingeniero y no a alguien que vendía pepitas (¿que pez con las comparaciones no? pero así habla el patroncito hermoso).

Todo paso y antes de tirar la toalla, la fabulosa noticia del Supervisor completo de la Obra por parte de RIOBOO indicando: “Los cuartos de servicio ya no van a tener acabados, se substituyen por lamina antiderrapante”

“¡Hurra y viva México cabrones bodegueros!, ahí podemos meter todo lo que eche a perder ¿no Ingenieros?” fue lo que exclamó el príncipe de las pendejadas o sea Yo a mis colegas añejados en experiencia.

Sin más preámbulos, se terminaron las 4 escaleras de Servicio de Palacio de Hierro Monterrey y lucio mejor la escalera en donde cometí mi pendejada, se inauguro en Diciembre del 2005 con un concierto de un Wey que le dicen el Sol (obviamente no asistí a dicho evento por mis haberes con Michelle Salas).

Y Desde aquel entonces, en cada obra que servimos como Acereros que somos, mi patrón me presenta como el “Ingeniero especialista en Escaleras” para admiración de los supervisores que me estrechan la mano y como Candonga, Fiesta y Chacota por ese estupidisimo “Homero”.

¡DO!

jueves, 9 de agosto de 2007

El Inicio






¡Que pasion Bandera desde Acapulco!


Como un vil borrego como dice la gente, hago uso de este medio para expresar lo que se me pegue la gana ademas de contar experiencias vividas y no vividas fabricadas por mi mente en situaciones de droga y alcohol y mi exitante pasion por dormir como un bueno Oso en invierno. No hare uso del pinche corrector ortografico a menos que crea que mi ortografia esta pal perro y sepa la gente que me hace favor de perder el tiempo en mi Blog como es que escribo.

En fin, os dejo sin mas que decir. Y como dijera Luis de Alba en mi personaje favorito El Pirruris. ¡Abur!